Dolor y gloria

3 minutos

La última película de Pedro Almodóvar se nos presenta como una  de las mejores películas españolas de los últimos años. Intensa hasta la médula, con toques de humor negro, explícita y sin pudor y  sobretodo muchas drogas. Escohotado estará orgulloso.

La primera escena de Dolor y gloria nos muestra al último fenómeno pop español, Rosalía, cantando (cómo no). Bravo por Almodóvar sabiendo usar este recurso en bien de su película. El protagonista Salvador Mallo (Antonio Banderas) es un director de cine en decadencia, más por sus problemas que por su obra. Fantástica interpretación del malagueño, que se llevó una Palma de Oro por este trabajo.

La historia, que va de menos a más, nos narra la cantidad de cosas que ha de hacer Salvador Mallo para conseguir paliar el dolor de los múltiples problemas de salud que le alejan de la dirección. Por ello recurre a un antiguo actor con el no tiene buena relación y tiene problemas mayores que él.

Y es a consecuencia de este actor que Mallo consigue adentrarse en el mundo de las drogas y revelar historias de la infancia que el director había plasmado en pequeños relatos escondidos en su ordenador. Penélope Cruz está en su salsa actuando como madre joven de S. Mallo.

Lo mejor de la película es la manera de mostrarnos las cosas, explícita y con un toque de humor, mostrando la realidad en la que más de uno se sentirá identificado en algún momento. Altibajos por los que todos han pasado que Almodóvar plasma en un personaje que podría ser él, tanto de joven como de adulto. Más de una referencia se puede encontrar a la vida personal de Pedro en el personaje de Mallo.

En mi opinión, Dolor y gloria es merecedora de 4 micrófonos. La escena con la madre siendo esta mayor es una muestra de la pureza del diálogo y de la manera directa de presentarnos situaciones cotidianas. El fin de la película, una oda al cine.

nsf points

Martin Albert @maralbto

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