The Big Bang Theory (Series Finale)

6 minutos

The Big Bang Theory llega a su final. Por suerte o por desgracia no fui seguidor de The Big Bang Theory desde el principio de la serie. Cuando la conocí, dentro de poco hará diez años, fue en verano de 2009 mientras estaba estudiando en Londres. Durante un par de meses una de las cosas que más me gustaba era bajar todos los días de entre semana (el fin de semana no, que era para otras cosas) después de cenar a la sala común de la residencia a ver la tele.

Como solía cenar bastante tarde por aquella época, tenía la sala sólo para mí y podía elegir tranquilamente qué ver. Sin embargo, rápidamente se me unían el chico de seguridad y comentábamos lo que estuviese puesto. Los lunes eran día de los resúmenes del fútbol que se hubieran jugado el finde anterior y el resto de días veíamos la serie de turno que hubiera, hasta que apareció TBBT. Desde ese momento buscamos en qué canal retransmitían la serie ordenada y nos volvimos adictos.

A día de hoy no tengo contacto con el chico de seguridad, pero en mi cabeza me gusta pensar que él ha disfrutado tanto como yo de estos diez años de serie, con sus momentos buenos y sus momentos malos (hay un par de temporadas por ahí infumables).

Para mí, no es ya tanto el valor de la serie en sí mismo como el valor emocional. Hablándolo con mis amigos y amigas siempre me preguntan que qué es lo que veo a esa serie para que me guste tanto. La verdad que los personajes son muy planos y repetitivos, hay bromas muy cansinas y repetitivas, las tramas no son nada llamativas y a veces son repetitivas, las risas enlatadas son cansinas y muy repetitivas y así podríamos entrar en bucle con todo.

Y no quito la razón a la gente que opina así, pero es que me encanta ver las dinámicas de Penny y Leonard con Sheldon, como Howard se ríe de Sheldon, las desventuras de Raj ligando y el resto de aventuras de los personajes que se iban incorporando. Quizás por esa falta de apego emocional no le he dado una oportunidad a Young Sheldon si quiera.

La verdad que la serie tuvo su apogeo en su momento y a partir de la sexta o séptima temporada la gente de mi alrededor dejó de seguirla. No es una serie generacional y, volviendo al párrafo anterior, podía llegar a ser cansina.

Por eso decidieron tirar por tramas más obvias u otras más locas, como bodas, hijos e hijas o mandar a personajes al espacio. Por supuesto que yo he seguido creciendo y conviviendo con esta pandilla de amigos que compartían muchos gustos conmigo y que eran tan frikis de la ciencia ficción como yo, o incluso más.

Quizás este sea otro de los motivos por los que la serie me ha cautivado tanto, igual que a otras personas les atrae la nostalgia barata de Stranger Things, a mí me gustaba mucho ver como estos personajes comentaban películas, veían series, se ilusionaban con estrenos y jugaban a videojuegos con los que yo también disfrutaba.

Por tanto, yo, al igual que 18 millones de personas en directo (poca broma) y otras tantas en diferido, ansiaba ver cómo se habían decidido a concluir una de las series más largas de la historia, y la verdad que no lo podrían haber hecho mejor. No quiero hacer spoilers explícitos, pero lo que voy a decir ahora lo es un poquito, aunque en verdad es justo y necesario.

Y es que ver como todos los personajes principales han llegado a cumplir sus sueños y metas, tanto personales como profesionales ha sido de lo más bonito que nos han podido regalar. Llegados a este punto creo que está muy claro que lloré más que muchísimo, pero es que se conjugaron todos los elementos posibles. ES QUE HASTA EL PUTO ASCENSOR (spoiler gratuito, sorry).

Voy concluyendo ya, que menuda chapa os he soltado.

¿Recomendaría The Big Bang Theory a alguien como la mejor serie de comedia? No, para eso están VEEP o Modern Family. ¿Recomendaría esta serie para echarse unos minutos amenos de vez en cuando? Quizás, aunque personalmente en este caso optaría por rememorar algún capítulo de Friends. ENTONCES, ¿llegaría a recomendar esta serie?

Por supuesto que sí, quizás no sea la primera opción, pero siempre será una de las series que aparecerá, porque, por mucho que repitan las mismas fórmulas que les funcionaron tan bien en las primeras temporadas, ver la evolución que han tenido los personajes, tanto en su personalidad como las diferentes etapas de su vida ha sido algo que a mí me ha acompañado durante mucho tiempo y que seguramente muchas más personas puedan disfrutar de la misma manera que lo he disfrutado yo, aunque no haya un Londres y un chico de seguridad que añada nostalgia a todo ello, porque la serie, ahora que ya ha terminado, es pura nostalgia en sí misma.

No llegará al estado de serie generacional como Friends, a una de las mejores como Parks and Recreation, pero tampoco la han dejado echarse a perder como Cómo conocí a vuestra madre. Así que sólo me queda decir que gracias por esos 279 episodios, por Soft Kitty, y por hacernos disfrutar y reír tanto.

“Hulk sad.”

nsf points

Aitor Gonzalez
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